El Mundo de Sofía

1. El jardín del Edén

Primera parte del libro que nos permite conocer un poco sobre la protagonista, Sofía Amundsen. Una joven que cambió su manera de pensar y ver el mundo, gracias a tres cartas que ésta recibió después de llegar de la escuela. Las cartas debían de alguna manera estar relacionadas, porque para la joven Sofía, lograron dejarla confundida o con una “gran inquietud”.

La primera carta no decía quién era el remitente pero, si el destinatario, y contenía: ¿Quién eres?

Ella no lo sabía del todo, sabía que su nombre era: Sofía Amundsen, pero ¿Quién era Sofía? No tenía idea, le faltaba mucho para saberlo.

Segunda carta, similar a la primera, solo que ahora cambia la pregunta: ¿De dónde viene el mundo? ¡Tampoco sabía!, además empezaban a surgir más dudas a raíz de ésta, una tras otra, quizás con su propia respuesta o no, pero aquellas cuestiones no ayudaban a encontrar una respuesta a la primera de todas << ¿De dónde viene el mundo? >> Sofía se confundía cada vez más.

Y la tercera carta, o no, más bien una postal, en donde el nombre del destinatario era: Hilde MMler Knag c/o Sofía Amundsen, Camino del trébol 3… y decía:

*Querida Hilde: te felicito  de todo corazón por tu decimoquinto cumpleaños. Cómo puedes ver, quiero hacerte un regalo con el que podrás crecer. Perdóname por enviar la postal a Sofía. Resulta más fácil así.

Con todo cariño, papá.*

¿Quién era Hilde? ¿Por qué un padre le enviaría una felicitación de cumpleaños a su hija, con una dirección completamente diferente? ¿Por qué “resultaba más fácil así”?

(Y ahora más preguntas en busca de una respuesta...)

¿Quién le había enviado las cartas? ¿Quién la había arrojado de esa manera a los enigmas del universo? ¿Quién la había sacado de su cotidianidad?

Tres cartas, de seguro que eran un gran misterio.

Y esto, no se basa solamente en las cartas que Sofía recibió, también hay que resaltar un lugar importante, en donde se inspira el nombre de la primera parte del libro…

El Callejón... era un lugar que descubrió Sofía cuando estaba pequeña, se acercaba a él cada vez que estaba triste, feliz o confundida, como lo estaba en aquella tarde. Además estado en su lugar preferido, recordaba cuando hablaban de el Jardín del Edén, un lugar hermoso, único, especial, ¡perfecto!, ya que desde El Callejón, ella podía apreciar toda la belleza de su jardín, toda la belleza de su propio paraíso.